jueves, 16 de marzo de 2017

L'union: comida vegetariana en tierra carnívora

Cuando decidí ir a este lugar, tenía entendido (por comentarios de gente allegada) que para ser vegetariano tenía mucho sabor; y estamos equivocados cuando creemos que un plato de verduras es insípido y que no es contundente, se pueden hacer virguerías con unas verduras.
Si bien es cierto que ayer, no me convencieron para pasarme al lado más saludable de la piramide alimenticia.
Entramos en un local pequeño, antiguo, con una cocina abierta y mantelería de quita y pon, algo típico de menú de día, al cual no reprocho nada, ya que ha dado de comer a muchas generaciones a lo largo de los tiempos y se sigue haciendo.
Sitio abarrotado de gente y eso dice mucho también es cierto, ya que es algo cada vez más de moda dejar al lado carnes y pescados y lo cual incita a comer o cenar en un lugar así.
Un pero que pongo antes de empezar es el servicio; un camarero muy acelerado, hablando de manera muy poco correcta y en voz alta, sin saber hablar inglés con ciertos clientes y otra camarera, muy lenta y con voz muy suave, que bien mezclados, serían un camarero de bien.
Tras leer el folio del menú del día, nos decantamos por la pizza con ensalada, lasagna de espinacas y gnocchi de avena.
Del primero poco que decir, una buena base de pizza a la cual añades verduras y un queso que gratine bien y ya lo tienes hecho. Para guarnecerlo, una ensalada de lechuga, zanahoria, remolacha y soja ralladas, con una aliño algo insípido parecido a una mezcla entre mahonesa y lactonesa en cuya cima se encontraban unas pipas peladas.
Después de una pequeña espera entre plato y plato, aparecieron la lasagna y los gnocchi, a priori de aspecto más que parecido.
Los gnocchi eran de textura blanda, se desmenuzaban con facilidad, los imaginaba de otra manera, pero es cierto que me gustaron, al menos por ser algo diferente, a pesar de llevar una salsa de tomate y verduras pero que le restaban sabor a un producto que era sabroso de por sí sólo.
En cambio la lasagna,  aparte de su jugosidad, le fallaba el hecho de estar gratinada de igual manera que los gnocchi y la misma salsa de tomate, lo cual hacía que el resultado como bien decía al inicio, fuera más que similar.
Y para terminar como no puede ser de otra forma, con unos postres, para endulzar y finalizar la jornada de mediodia; tarta de manzana y tarta de requesón y frutos rojos.
No soy el mayor fan de los postres, pero cuando me nombran las palabras "queso", "limón" o "frutos rojos" no puedo decir que no, el problema es que me gustan los postres dulces, llamadme raro, pero no había probado algo más insulso e insípido en toda mi vida, ya sé que el requesón es muy desaborido,pero a la hora de emulsionar la tarta, con este ingrediente se te puede ir un poco de más la mano con el azúcar, a pesar de llevar una mermelada dulce, que no aportaba nada y una base de galleta sin sabor alguno, todo muy plano.
De la tarta de manzana comentar más de lo mismo, poco sabor, base sin sabor concreto y sin decir nada y eso que es difícil que una manzana no tenga sabor después de pasar por el horno con un poco de azúcar o almíbar, pero no fue el caso.

En resumen decir que un vegetariano no tiene por qué ser simple, plano o insípido, pero ha sido el caso, tal vez ha sido casual o que los platos no eran los idóneos, pero esa es la impresión que me llevo. No puedo recomendar el sitio, porque me vuelvo a repetir, que se puede hacer algo muy distinto con esos productos que nos da la tierra.

Local: 2
Servicio: 2
Comida: 2

Valoración:★★☆☆☆ 2

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