viernes, 16 de septiembre de 2016

Planet mongogo: Mexican rock food

Un mexicano atípico, ambiente heavy-rockero, pero gente de todos los estilos. Este bar-restaurante ofrece pocos platos pero habiendo probado el 80% de su carta en contadas ocasiones, he de decir que representan fiablemente la cocina mexicana.
Después de tomarte una cerveza, bien te pueden poner en las mesas de al lado de la barra o dentro en un pequeño comedor de cinco mesas.
Empezamos siempre con un plato de mini nachos con un gran sabroso y potente guiso de pllo, alubias y queso, con un ligero toque picante que agrada en la boca, esto sumado a los triángulos de maíz crujientes hacen una gran combinación.


Pero no es suficiente y un segundo plato exquisito, el burrito, con carne picada, alubias nuevamente y verduras, todo ello bañado por una bechamel cremosa en cuya cumbre añaden la frescura del tomate concassé y la cebolla. Lo acompañan con más tomate picado finamente y una salsa picante en dos pequeños cuencos.

Las pesadillas (empanadillas de masa de pan rellenos de queso)son recomendables también, siempre y cuando vayas en grupo porque son ocho unidades y para una o dos personas es algo demasiado pesado. Acompañadas siempre de una salsa extra picante y dados de tomate concasse y cebolla para refrescar un poco más el bocado.

Los postres caseros también son una buena opción, a pesar de no ser acordes al lugar, la tarta de tres chocolates y nata, cumple la función de endulzar y terminar la cena con algo, a pesar de graso y contundente, más ligero que lo degustado anteriormente.
Para mí, es un sitio de ir una vez al mes, lo recomiendo más allá de otros mexicanos que a priori parecen más originales que este, pero que no sirven tanta calidad como el mentado en este artículo.

Comida: 4
Local: 3,5
Servicio: 3,5




Valoración: ★★★☆☆ 3,6

domingo, 4 de septiembre de 2016

Restaurante Karma: Con causa y efecto


Enclave cuasi perfecto para un restaurante pequeño, justo en una de las caras de la catedral de León.
Un local que ha pasado en seis años por tres manos diferentes, comenzando siendo un italiano, seguido de un restaurante tradicional y ahora un lugar donde intentan hacer una cocina de mercado pero que necesita cierta mejoría.
Lo primero en lo que te fijas es que después del primer intento, el anterior como Karma, han mantenido la misma estructura y decoración del local con tan sólo un cambio, el nombre.
Un sitio aparentemente moderno con toques plateados, grises y blancos pero que tiene ciertos tonos sucios empezando por la puerta de entrada y ciertas partes del restaurante, pero mejor centrémonos en la comida.
Poseen una carta escueta pero completa, al menos en nombre, ya que como pudimos comprobar, tres de las cosas que queríamos pedir no estaban disponibles.
Fuimos con la idea de un menú del día que sirven para cenar también, pero también para nuestra sorpresa, faltaban existencias.
Decidimos optar por pedir los platos de la carta que más nos entraban por la vista y compartirlos.
Una ensalada templada de pulpo, patata y pimentón, con un ingrediente principal correcto en textura pero escaso y una patata al mortero que tenía regusto pasado y por oído, calentada al microondas, detalle que añado porque estábamos sólos en el local y en cocina se oía todo.
Continuamos con una crema de patata trufada y huevo escalfado, plato con hermosa sonoridad pero que no hizo honor a ello. Crema pasada de sal, sin notas de trufa y con un huevo escalfado en medio que ayudaba a equilibrar la salazón.
Como plato fuerte, secreto de cerdo con manzana y un falso ravioli de calabacín relleno de queso de cabra; sin duda, de lo mejor de la cena ya que el conjunto del plato estaba equilibrado y bien ejecutado.
Para endulzar, coulant con helado de vainilla, que aunque no decía mucho en el plato resultó estar rico de sabor y de textura.
Todo ello regado con una botella de vino blanco verdejo, suposo una cena que nos dejó un sabor agridulce ya que no nos terminó de convencer la comida, la carta y el excesivo tiempo que tardaron en servir cada plato, teniendo en cuenta que fuera sólo había dos mesas en terraza y nosotros solos dentro.
Quiero y debo darle otra oportunidad, porque no llevaban menos de un año de andadura, quizás en unos meses regrese y la crítica haya mejorado en esos puntos que vi negativos.

Comida:2
Servicio: 2
Local: 2

Valoración: ★★☆☆☆