sábado, 7 de enero de 2017

La Mary: Franquicia diferente

http://www.lamaryrestaurant.com/es/restaurantes/4-la-mary-leon

Una franquicia que cuenta con un espacio moderno y con buena decoración, con una cocina que se desenvuelve bien pero que necesita un punto más.
He podido visitar este restaurante en dos ocasiones, en la época estival y recientemente en invierno. La carta ha variado poco o nada, pero intenta proponer cosas diferentes para comer o cenar.
Las raciones que ofrece son grandes, un gusto para cuando vas acompañado y compartes.
En la primera ocasión pude probar el foie micuit con mermelada de higos (algo que a mí personalmente me gusta) pero que casi todos los restaurantes que lo tienen suelen pasarse a la hora de servirlo con un acompañante dulce, agradecería toques ácidos, cítricos rebajados y de cierto alcohol para variar dicho producto. La ensalada que lo guarnecía, no tenía la frescura que pretendía aportar al plato, con cierta gomosidad y languidez.
Le siguieron unas mini croquetas de chipirón y tinta con patatas paja y una mahonesa de ajo. Del ingrediente principal decir que tenían gran potencia de sabor y cremosidad, pero me sobraban las patatas paja de puro relleno, que para lo único que servían era para acolchar a las diez esferas.
Para terminar, un entrecotte más que correcto de punto y de sabor, con unas patatas que no eran de bolsa congelada y que estaban crujientes y uniformes.

En esta segunda ocasión, también para compartir platos, nos decantamos por pulpitos encebollados con su toque picante y patata al mortero. He de decir que era un plato muy sabroso, justo de picante y bien sazonado, pero que esperábamos como segundo plato y más caliente de lo que llegó. A la vez nos trajeron los tacos de berenjena con alioli de soja y miel de caña, un plato bien combinado de sabores, para comer dicha hortaliza de forma diferente y que siendo algo que absorbe bastante aceite, no había atisbos de ello. Por poner un pero, el alioli debería de ser presentado en un cuenco aparte para poder untar más trozos, ya que los de abajo no podían bañarse con el aliño.
Y lo de que debió de ser el entrante principal, paletilla de jamón ibérico con pan de coca, tomate y olivas negras, nos llegó de último plato… es cierto que era paletilla ibérica, es cierto que llevaba una crema fina de tomate y olivas enteras, pero de pan de coca ni rastro, rodajas gordas de una barra normal y corriente, lo cual de haberse terminado o no tener pan de coca, en sala debieron de informarnos.
Pero a pesar de todo queríamos endulzar nuestro paladar y elegimos Coulant de chocolate, crema inglesa y chocolate fundido. La espera de doce minutos se hizo un poco larga pero sirvió para ir bajando la cena. El resultado pudo ser mejor, la lava de chocolate que proviene normalmente del interior de un coulant, no llegó ni al cráter.

Opinar dos veces del mismo lugar es bueno, sobre todo si ha habido espacio de tiempo de por medio. Me atrevo a decir que habrá una tercera visita y que mis palabras posteriores sean contradictorias a estas o simplemente corroboren lo anteriormente descrito.

Comida: 2,5
Local: 3,5
Servicio: 3

Valoración: ★★★☆☆3,3